Esta capacidad de supervisión aumentada por la tecnología aporta información y la posibilidad de personalizar las soluciones para cada flota de impresión.
La aplicación de datos a las rutinas de los proveedores de impresión es una forma clave de garantizar la entrega de soluciones a medida. De acuerdo con la consultora Statista, el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial, el Aprendizaje Automático y el Big Data alcanzarán los 25 440 millones de dispositivos conectados en 2030. En 2021, esa cifra era de 10 070 millones.
El intercambio de información entre estos dispositivos simplifica el análisis de los datos en beneficio de la gestión de la impresión, optimizando la contabilización. Es importante destacar la peculiaridad de cada flota de impresión en busca de soluciones específicas para la realidad de cada empresa. Esta atención suele traducirse en una mayor fidelidad y satisfacción de los clientes.
En este contexto, el análisis de datos supone un gran avance, siempre que exista conocimiento y experiencia por parte del proveedor para sacar el máximo partido a esta tecnología y aumentar la gestión de la impresión. Esta información contribuye directamente a encontrar perspectivas y oportunidades de mejora en diversos aspectos, como:
- Gestión de suministros;
- Administración de existencias en el cliente y en los centros de distribución;
- Consumo de suministros;
- Control de mantenimiento;
- Contadores;
- Eventos y alertas de dispositivos.
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¿Qué tiene de positivo el análisis de datos para el proveedor y el cliente?
Por supuesto, cada cliente tiene su propia peculiaridad que puede y debe ser observada por los proveedores de impresión. Un análisis de datos adecuado garantiza la capacidad de anticiparse a los movimientos y realizar una gestión adecuada de su rutina, entre otras cosas:
– Recopila datos sobre el uso de la impresora, incluidos los patrones de impresión, el número de páginas impresas y los tipos de documentos impresos. Esto permite al proveedor estructurar soluciones, formación y orientación en línea con las expectativas del cliente, como los requisitos de liberación de impresión, políticas de cotas, entre otras posibilidades.
– A partir de esta información, pueden anotarse los flujos y procesos. De este modo, las nuevas funcionalidades se alinean con la rutina empresarial, lo que se traduce en una reducción de costes, inclusive de tóner, y aumento de eficiencia. En la práctica, estos dos puntos son beneficiosos tanto para el proveedor de servicio externo como para el cliente.
– La información sobre los grupos de impresión también repercute directamente en el funcionamiento del proveedor en relación con el mantenimiento y la supervisión. Puede ser más eficiente y proactivo en esta área, identificando eventos más graves que pueden hacer que los dispositivos dejen de funcionar. Las mantenimientos preventivas son más baratas y garantizan el pleno funcionamiento del entorno de impresión.
– El análisis de datos y la gestión de la impresión también se traducen en una mejor identificación y volumen de los suministros consumidos, lo que favorece la planificación logística y se traduce en un envío más personalizado a las necesidades de cada entorno de impresión.
La tecnología debe ser un aliado del proveedor de servicio externo y mejorar la relación con su cliente, atendiendo a sus necesidades particulares. Por lo tanto, una solución capaz de optimizar el flujo de impresión es fundamental para seguir destacando en este mercado.
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